El líder socialdemócrata Olaf Scholz se convirtió el miércoles en el noveno canciller de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, iniciando a una nueva era en el país más poblado de la Unión Europea tras los 16 años de mandato de Angela Merkel.
El gobierno de Scholz asume las riendas con grandes esperanzas de modernizar Alemania y combatir el cambio climático, pero afrontaba el desafío inmediato de gestionar la peor ola de contagios que ha sufrido el país en la pandemia de coronavirus.
Fue electo por una votación de 395-303, con seis abstenciones. Su coalición de tres partidos tiene 416 escaños en la cámara de 736 parlamentarios. La diferencia no es inusual cuando se eligen cancilleres, y algunos legisladores estaban de baja por enfermedad o cuarentena.
El líder socialdemócrata fue nombrado oficialmente por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. Más tarde regresó al Parlamento para jurar el cargo ante el presidente del Parlamento. El nuevo canciller, que no es religioso, omitió la frase opcional “con ayuda de Dios” del juramento, como hizo el predecesor de Merkel, Gerhard Schroeder.